Hoy os contamos una actividad muy divertida con la que aprendimos un montón.
Hace unos días fuimos a Rus ¿Adivináis a qué?
Os lo contamos...
Fuimos para ver en primera persona cómo cambia el paisaje en otoño. Pudimos ver y tocar las hojas, agruparlas por colores, tamaños... escuchar el sonido que hacen al pisarlas... ¡cómo crujen! También pudimos ver lo diferentes que son los árboles: anchos, estrechos, lisos, rugosos, altos, bajos... y las consecuencias de la falta de lluvia: no sabíamos que por allí pasaba un río hasta que nos lo contaron nuestras profes, ¡estaba seco!
Y lo mejor de todo fue... ¡el desayuno! Comimos castañas asadas, almendras, nueces, bellotas, granadas, mandarinas... Un montón de frutas y frutos del otoño.
¡Cómo aprovechamos nuestro entorno para aprender cosas nuevas, seguro que no se nos olvidará!ç
Hasta pronto.
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